Todos los seres humanos somos un universo único de actitudes y emociones. Sin embargo expertos en psicología y comportamiento han descubierto ciertos patrones que pueden ser aprendidos desde la infancia.
Alguno de estos 5 trucos puede servirte para ganar ventaja ya sea en el ámbito personal o profesional:
1. El apretón de manos
Algo tan sencillo como este saludo universal puede darle seguridad a otros sobre la clase de persona que somos aún si no nos conocen personalmente.
Al dar la mano asegúrate de que no este fría. Una mano a temperatura ambiente o caliente, genera en el otro una sensación de confianza y seguridad.
2. Recibiendo ayuda
Si llevas paquetes pesados u objetos en las manos es más sencillo que alguien te brinde su ayuda con ellos si continuas la conversación mientras les pasas los paquetes u objetos.
La mayoría de personas están concentradas en la conversación y no le pondrán mucha atención a lo que les das.
Otra buena estrategia es iniciar con la frase Necesito tu ayuda con…
Esto hará a la persona en cuestión a sentirse inconscientemente más comprometida y dispuesta a ayudarte a resolver un problema.
3. Observando
Muchas veces hemos experimentado la sensación de sentirnos observados al estar en un lugar público.
La manera más fácil y discreta de averiguarlo es bostezar, el bostezo es una de las acciones más contagiosas entre animales y humanos.
Haz la prueba, la persona que te este observando probablemente bostece justo después de que tú lo hagas.
4. Plena confianza
Para que ese colega o amigo tenga plena confianza en ti como persona solo debes seguir dos sencillos trucos.
Utiliza alguna palabra que haya mencionado anteriormente como parte de un enunciado que hagas, esto crea un vínculo de confianza con el otro, de manera bastante inconsciente.
Otra cosa importante es el parafraseo, una persona se siente escuchada y comprendida si como parte de tu respuesta parafraseas algunas de las ideas que haya expresado anteriormente.
5. Cuando NO le caes bien a alguien
Sabemos que no somos agradables para todas las personas con las que convivimos. Si deseas limar asperesas con ese compañero al que no le caes tan bien pídele prestado un lápiz.
Por una parte una persona que no siente agrado por otra, no estaría dispuesto a ayudarla. Pero por otro lado, prestar un lápiz o lapicero se siente como un favor tan simple que probablemente no se nieguen a ello.
Eventualmente la otra persona se hará a la idea de que no eres tan malo como pareces.