Con poemas tan icónicos como «Kotz’i’j» (Las Flores) «Ri tab’al» (El altar) «Naj naj» (Lejanía) Humberto llenó a todos con textos llenos de letras e historia de las costumbres de Guatemala.
Nacido en 1952, este escritor es reconocido como uno de los representantes más importantes de la poesía guatemalteca. Sus relatos, poemas y libros han sido traducidos a mas de 20 idiomas.
La Asociación de Periodistas de Guatemala le otorgó el «Quetzal de oro» en 1993 por su libro «Guardián de la caída de agua».
Otros reconocimientos que caben destacar son el «Blaise Cendrars prize» otorgado por Suiza al escritor en 1997. El Premio Continental Canto de América, en el año 1998 y la beca «Guggenheim» para artistas en latinoamérica en 2006.
«La poesía va unida al ejercicio espiritual, nuestros poetas son chamanes, los chamanes son poetas; las oraciones que se hacen en los altares ceremoniales son verdaderas piezas poéticas. De allí que, el poeta, aunque independiente de los rituales, llama a la existencia lo que canta o lo que nombra, en el sentido del asombro: todo nace, y el acto de escribirlo es una ceremonia en la que efectivamente el poeta es un Sacerdote de la palabra.» – Humberto Ak’Abal
En Julio del año pasado, Humberto compartió un momento especial en su natal Momostenango, al realizar un recital donde presentó varios poemas en español y kiché.
Las muestras de condolencias a través de las redes sociales no se hicieron esperar, con medios internacionales como El Universal de México y organizaciones como el Instituto de Estudios Mesoamericanos quienes expresaron su tristeza por el falleciemiento del artista.
Humberto quien se encontraba mal de salud desde el sábado 26 de enero y fue intervenido en el hospital de Momostenango por un problema intestinal el domingo 27.
Lamentablemente debido a complicaciones con este procedimiento fue trasladado a la ciudad de Guatemala ese mismo domingo. Su familia comunicó que lamentablemente a las pocas horas de arribo a la capital Humberto había fallecido.
Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia, amigos y colegas. Hasta siempre «cantante» de las letras, Humberto Ak’abal.