Deja las preocupaciones innecesarias. Muchas veces perdemos mucho tiempo asumiendo situaciones que probablemente nunca sucedan.
Analiza estos 5 aspectos a tomar en cuenta para tener una actitud de vida más positiva:
1. Analiza cuando estás pensando de más
Pensar demasiado puede a veces afectarnos de manera negativa, incluso llevándonos a un estado de pánico y temor que nos evitará que cumplamos nuestras metas y sueños.
Una buena técnica para empezar a controlar esto es poner atención cada vez que notes que te pones ansioso/a por tus pensamientos sobre algo que aún no ha pasado.
Se tenaz y detente a tí mismo, poco a poco será más fácil que notes esos momentos de ansiedad y que puedas controlarlos.
2. Reemplaza tus pensamientos
Los seres humanos tendemos a pensar en todas las cosas que podrían salir mal cuando enfrentamos una situación desconocida o incómoda.
¿Por qué no cambiar de actitud? En lugar de poner a esa situación una connotación negativa, piensa en todas las cosas buenas que puedes obtener.
Si te enfrentas a una entrevista o un nuevo puesto de trabajo, aprovecha a conocer las ventajas de la empresa, no te dejes vencer por la negatividad.
3. Pon un marco de tiempo para liberar tus pensamientos
Si sientes que esos pensamientos de más te quitan tiempo y concentración de tus actividades diarias te tenemos un buen consejo, pon un horario o lapso de tiempo para tus pensamientos.
Pueden ser 15 o 20 minutos de tu día, cuando ese lapso de tiempo llegue, pon tus pensamientos en papel.
Lee todas las preocupaciones que te surjan, poco a poco notarás que al leer lo que haz puesto, las situaciones que te preocupaban dejan de tener tanta importancia o ser tan graves como imaginabas.
4. No asumas, busca siempre la verdad
Brincar a conclusiones apresuradas nunca es buena idea. Puede ser que tu mente te esté jugando una mala pasada.
Tu compañero de trabajo puede que haya tenido un mal día, tu pareja puede que esté pensando en otras cosas que no tienen que ver contigo.
No brinques a asumir cosas innecesarias, siempre es mejor aclarar y saber lo que pasa de primera fuente.
5. Ve como fluye tu energía
Recuérdate a ti mismo que tu eres el único/a que puedes controlar en donde pones tu energía en tu día a día.
Decide en que aspectos quieres poner tu esfuerzo. Deja de malgastar tu tiempo en pensamientos que probablemente nunca lleguen a suceder.
Se consciente de hacia donde fluye tu energía y en que actividades vas a enfocar tu mente y tu tiempo.
