El compositor guatemalteco Joaquín Orellana ha figurado como pocos en una ovación casi interminable; su más reciente legado es una combinación única donde se expone un coro, marimba y una orquesta compartiendo todo ello en un solo escenario.
La obra se estrenó el año pasado a nivel mundial en el festival más grande de arte contemporáneo Documenta 14, en Atenas, Grecia.
El pasado 27 de septiembre la Gran Sala Efraín Recinos fue testigo de esta increíble escena guatemalteca el cual contó con la participación de 175 músicos: 60 coristas adultos, Coro Victoria y Coro Universitario, 23 coristas niños, Coro Infantil Fundación Carlos F. Novella, 66 músicos de orquesta, 20 percusionistas, siete marimbistas, un declamador, un controlador de sonidos pregrabados y el director.
Durante los 52 minutos que dura la obra se expusieron cuatro partes divididas de la siguiente manera: sinfónica, Fantoidea, Homenaje a María Tiú y Sacratávica; todas ellas basadas en obras literarias de Orellana. La sinfonía es un reflejo de la situación sociopolítica actual y un llamado a la justicia social.
La Obra fue dirigida nuevamente por el maestro Julio Santos y la organización estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional.
No podemos dejar de mencionar que Joaquín Orellana, diseñó y construyó más de 200 útiles sonoros, instrumentos que producen sonidos o ruido los cuales fueron de utilidad para la realización del evento el cual se ha convertido de gran relevancia para el país.